sábado, 24 de marzo de 2012

.

Puse rumbo a ningún lugar, todo este tiempo he estado tan perdido.
Amigo de la soledad, soy como un caminante sin camino.
Todo acabó y fue tan fugaz, no terminamos lo que construímos.
Ahora nos toca recordar que somos marionetas del destino.


.

Necesito un amor pa' pasar el invierno, un amor clandestino, un baso de vino, un pasaje al infierno... 



:)

Que el combate terminó hace años, pero tampoco teníamos por qué luchar.
Desde mi punto de vista, vivan las malditas obligaciones. 

Y lo siento si tenías planes mejores.
Aun que de vez en cuándo se me olvida recordarte que te quiero.
Lo siento, pero para ella siguen habiendo peces en los charcos.


miércoles, 29 de febrero de 2012

Le faltaban ganas, madurez, interés y confianza...



.

Por muchas noches en blanco que una decide a pensar en su biografía sentimental, la verdad, es que encontrara pocas soluciones, podrá parchear tal o cual relación, pero al final volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado, saltara en pedazos, como tantas otras veces. Porque uno es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi, un combate perdido de antemano... Así que lo mejor que nos podría pasar, es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures, así sabríamos de antemano cual es la fecha del final y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas ni discusiones, nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la ultima décima de segundo, aunque, si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que, esta vez si, ese yogur, pueda conservarse para siempre.



Cuantas veces hemos deseado borrar un dia, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria. Cuantas veces deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adios. Si desearamos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase “comezar de nuevo” ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido. Quedarían atras los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a acabar el mundo, el dolor más bonito, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
¿Vale realmente la pena perder la memoria?




.

Agarrame fuerte y no me sueltes jamás... Típica frase de enamorada, pero ¿nuestras promesas son para siempre? No, todo son esperanzas que se cumplirán a corto plazo o quizás nunca lleguen a cumplirse. Cuando estamos enamorados pensamos que todo, será para siempre. Pero no es así, nos confiamos, llegamos a crearnos ilusiones que son imposibles, creemos en nuestros sueños, aunque sepamos que no llegaran a cumplirse nunca. Somos personas inocentes tan débiles que cuando nos damos cuenta de que todo en lo que creíamos, las personas en las que confiábamos, nos fallan, pensamos que nuestro pequeño mundo se nos viene abajo. Sí, esas son las consecuencias de estar enamorada, pequeña... y no tan pequeña.